viernes, 25 de enero de 2013

Modelo de Prevención Situacional. Principales tesis del enfoque, Técnicas de Prevención Situacional. Críticas al Modelo y Evolución



Modelo de Prevención Situacional.
Principales tesis del enfoque, Técnicas de Prevención Situacional. Críticas al Modelo y Evolución
Ensayo por
Abg. Rubén D. Aguilar Vanegas

I.- Modelo de Prevención Situacional. (Evolución, principales tesis del enfoque, técnicas de prevención situacional).
Este enfoque surge hacia los años `70 del Siglo XX, siendo sus representantes Clark R, Felson M, Cohen L, Cornish B, Tremblay O, Harris PM entre otros, Proponen  instrumentar estrategias que disminuyan las oportunidades de éxito del delincuente y, que podía ser política eficaz de prevención delictual. Coincidentemente otros autores en los Estados Unidos como Jeffery, Newuman y Goldstein proponen  que la prevención criminal debe basarse en la modificación del ambiente físico, en cambios en los diseños arquitectónicos y urbanísticos, con una actuación policial no reactiva sino proactiva.
Ven al delito como reacción utilitaria, el crimen como elección por sobre el riesgo de aprehensión y castigo, puesto que su utilidad o beneficio inmediato y casi cierto, luce atractivo, comparado con un castigo posible e incierto. De allí que algunos como Serrano Maíllo (2008), ubican este enfoque en los neoclásicos, y muy especialmente en la tesis del delincuente racional, o simplemente delito como opción racional, utilitaria, instrumental, altamente selectiva, refiriéndose a que el delincuente busca espacios adecuados, el momento oportuno, la víctima propicia entre muchas otras variables; interpretando así que el delincuente ejecuta un acto selectivo, ponderando las variables y por ende el enfoque situacional proyecta un acto delictivo racional.
Incidir en las múltiples variables que condicionan el hecho criminal es la propuesta del modelo de la prevención situacional. En principio se aprecia que no se detiene en las causas del delito (prevención primaria), sino en sus expresiones, manifestaciones o formas de aparición delictual; propone instrumentar, implementar programas que neutralicen las oportunidades. Este enfoque de prevención situacional se vuelca en las maneras de prevenir el hecho delictual, más que enfrascarse en teorías explicativas del comportamiento criminal, y programas de prevención primaria, ya que si bien no son erróneos, son de medio y largo plazo sus resultados, mientras  que la prevención situacional pueden asegurar resultados inmediatos, o a corto plazo.
Las teorías explicativas del delito, propias de la Criminología tradicional, han venido promoviendo irrealizables programas sociales, que involucran aspectos socioeconómicos, para mejorar el entorno social del ciudadano y alejarlo de la necesidad  de alcanzar sus objetivos sociales por medio del delito. O de proyectos de rehabilitación del infractor que no se concretan. En contraste la noción de oportunidad, en cuanto al momento, lugar y forma de actuar delictivamente, parece sustituir a la de necesidad; de tal manera que resulta más eficaz, limitar las oportunidades para el criminal que mitigar las necesidades del potencial delincuente. Así, obstaculizar o poner trabas de todo tipo posible al potencial actor del delito, interviniendo selectivamente en el escenario del crimen, aumentando el riesgo y costos al probable delincuente, disminuyendo los beneficios, proyecta una resultante que es un efecto inhibitorio en el posible infractor.
Las técnicas de prevención deben ir dirigidas a descompensar el ánimo del potencial agresor. Incrementar los riesgos o dificultades para el delincuente latente, es lo que se le denomina costes; y el producto o importe obtenido del delito, beneficio;  desbalancear esta ecuación es el propósito de cualquier técnica que se implemente.
Pero debe conocerse las diversas formas de criminalidad y aplicar la técnica adecuada, aconseja Clark (1992) “diseño, manipulación o gestión sistemática y permanente del espacio, entorno, medio ambiente. Y tienen que instrumentarse de manera tal que, en la percepción del delincuente potencial, impliquen un incremento de los riesgos y dificultades de la opción delictiva con la consiguiente reducción de los beneficios esperados”
II.-  Medina Ariza (1998), siguiendo las investigaciones de Hough, Clark y Mayhew, hace concurrir en cuatro grandes grupos las diversas técnicas de prevención situacional:
1.- Las orientadas a incrementar la percepción del esfuerzo o dificultad de la comisión del delito en la percepción individual del potencial delincuente;
a.       mediante la instalación de barreras físicas: candados, materiales reforzados, mecanismos que rechazan objetos falsos (detector de billetes falsos, de tarjetas de débito  de crédito forjadas, etc.); todo lo cual entorpece los planes delictivos.
b.      Control de acceso, o delimitación de espacios físicos  a través de obstáculos materiales en oficinas, fábricas, conjuntos residenciales; a través de vallas, puertas, etc. U obstáculos personales: recepcionistas, porteros, vigilantes de seguridad; u otras técnicas de control de acceso como contraseñas, claves, password para acceder a cuentas bancarias o sitios o servicios informáticos.
c.       La desviación de transgresores, para disminuir la convergencia en un mismo tiempo y espacio a un volumen de personas y a posibles infractores o tentados a cometer delito. Esto se logra y es práctica usual, la inutilización de ciertos espacios físicos, como cierre de determinadas calles, limitación temporal del uso de determinados lugares o establecimientos, para evitar concentraciones en los mismos; estableciendo una hora de cierre por ejemplo.
d.      Control de facilitadores o de objetos que se utilizan decisivamente en la comisión de delitos, como el control de armas de fuego, arma blanca,  detectores por Rx, etc.
 2.- Las orientadas a incrementar el riesgo en la percepción del probable delincuente.
a.      Examen y control de entradas y salidas: que tiene la finalidad de precisar que quien ingrese o salga cumpla con algunos requisitos: no entrar con bolsas a las tiendas o supermercados; chequear  los objetos comprados antes de salir a fin de comprobar que coinciden con la lista facturada por ejemplo. Las alarmas usadas en algunos centros comerciales que detectan bienes u objetos o los implementados en aduanas e inmigración son ejemplos de este control.
b.      Vigilancia formal: realizada por la policía o por un servicio de vigilancia privada; o la video-vigilancia; también la vigilancia por empleado, común en tiendas de ropa, donde la empleada sigue al usuario, señala los lotes de tallas, modelos y acompaña al consumidor hasta los probadores.
c.       Vigilancia natural, procuradas por los diseños y características arquitectónicas y urbanísticas convivenciales del propio hábitat; como mejoras en la iluminación e infraestructura, modificación del diseño arquitectónico y urbanístico. Movilización de vecinos a través de asociaciones de residenciados o co-propietarios, asociaciones comunales, de barrios, etc.
3.- Reducir las ganancias o recompensas del delito, es decir disminuir la posibilidad de los beneficios  y expectativas positivas a los ojos o percepción del potencial delincuente.
a.       Desplazamiento del objetivo: cita frecuentemente la doctrina la sustitución del dinero efectivo, por otros objetos como fichas o tarjetas (telefónicas), en gasolinerías, supermercado.
b.      Identificación de la propiedad: con signos indelebles que orientan o alertan sobre el origen de la cosa sustraída, además de evitar la reventa en el mercado negro con el consiguiente devaluación de la misma; puede facilitar la recuperación de la cosa hurtada.
c.       Eliminación del beneficio, inutilizando la cosa, evitando su operatividad por medio de claves o códigos electrónicos que sólo el propietario conoce.
4.- Incrementar los sentimientos de culpabilidad en el infractor, intentando reforzar lo repudiable, reprochable o condena moral de su conducta, mediante la estimulación de la conciencia, induciendo a controlarse o inhibirse; haciendo apología del comportamiento correcto o respetuoso de la norma moral y legal. Ejemplo emblemático ha sido la publicidad proyectada en los cines de nuestro país en la cual un papá dice a su hijo púber que logró obtener para él en el mercado negro a precio ínfimo una película en DVD “quemadita”, y el muchacho le dice sin desparpajo a su padre que logro un veinte o máxima nota con astucia al  copiarse.  Lamentablemente este tipo de mensaje no es frecuente ni en la TV, cines o en los hogares; eventualmente vemos algunos mensajes sobre el peligro y perjuicio de los incendios forestales, maltrato a los animales, la conservación del ambiente, y consumo de tabaco (cigarrillos), y drogas; comportamiento prosocial antirracista. Bien pudiera como lo mencionó Beccarias premiar el buen comportamiento ciudadano.

III.- La  prevención situacional y precauciones rutinarias que debemos seguir en Barquisimeto u otra ciudad de tipo metropolitana 
Se ha mencionado como una teoría de las actividades rutinarias, proyectándola como una teoría explicativa del delito,  más bien luce como una teoría de la victimización, ya que no expone porque ciertas personas delinquen, sino porque el criminal tiende a buscar ciertos espacios y ciertas personas; así desde el enfoque preventivo situacional, el ciudadano común debe interiorizar algunos comportamientos en su cotidianidad para prevenir o cerrar la oportunidad al potencial delincuente, y asociarlas al estilo de vida, a hábitos, costumbre es decir incorporarlas a la actividad rutinaria del individuo y de las organizaciones o grupos sociales; ya que como hemos visto el riesgo de ser víctima del delito es un riesgo selectivo, racionalizado, diferencial: “el delincuente escoge los espacios, el tiempo, la forma y, la víctima”.
Veamos una algunas situaciones: una ama de casa que sale de su domicilio a sus diligencias domésticas, enciende el vehículo dentro de su garaje, al calentar el motor, debe dejar que otra persona abra y cierre el garaje inmediatamente luego de salir, dirigirse preferiblemente a un centro comercial, con estacionamiento controlado; donde disponga de supermercado, farmacia, tiendas, taquillas de pago de multiservicios (agua, electricidad, teléfono); aunque estos servicios es  aconsejable hacerlo desde su casa por internet. Activar los instrumentos de seguridad del carro (tranca-palanca, alarmas sonoras, trabega); no dejar ningún objeto costoso o atractivo a la vista dentro del vehículo. En el banco, hacer depósitos con cheques, no permitir que extraños vean sus códigos de cuentas, ni mucho menos permitir que desconocidos hagan su depósito; al salir del banco procurar salir con otros clientes, observar si es seguida hasta el vehículo, puede ser casualidad, pero es mejor caminar hacia el personal de seguridad o áreas con video-vigilancia. Tratar de cancelar con tarjetas de debito las compras cotidianas, no exhibir dinero efectivo, ni ostentar costosos accesorios y prendas en su rutina doméstica.
La creciente tecnología en materia de seguridad ciudadana continua afinándose concomitantemente con la “racionalidad del delincuente”; aparte del uso del plástico como instrumento y forma masiva de pago, disponemos de lectores ópticos de huellas dactilares, para entrar o salir de los lugares que diariamente frecuentamos (escuelas, universidades, sitios de trabajos: fábricas, comercios etc.),pronto tendremos lectores de retina o del iris; y tal vez tengamos que llegar a la situación de que la pueblerina ama de casa en su cotidiana gestión doméstica que arriba comentamos, tendrían que pasar su huella genética con un dispositivo especial, a través de un lector ultra especialísimo para entrar o salir de una tienda o supermercado.
IV.- Críticas al Modelo de Prevención Situacional y, su evolución
·         Sobre estimarse el factor oportunidad: no debe invocarse la oportunidad como factor etiológico esencialmente, ni como único elemento sobre el cual actuar en la prevención. Si bien se ha superado la atávica concepción de que el delincuente es un ser enfermo o salvaje, la tendencia moderna es que se trata de un individuo común, normal, con un universo complejo socioeconómico, psicológico, instruccional, laboral, afectivo particular; cualquier sujeto es susceptible de elegir delinquir.  La oportunidad es un factor, pero considerarlo esencial o principal, es menospreciar la fuerza moral  e identificación con lo correcto que puede operar en todos nosotros.
·         La racionalidad de la opción delictiva; o capacidad de dimensionar, ponderar los riesgos, costes y beneficios del acto criminal. Hacer ver que el delincuente es un individuo calculador, racional, otorgándole al delito una identidad utilitaria, económica, profesional, inteligentemente financiera; y ello no es generalizable, no se puede extrapolar a una universalidad.
·         El enfoque de prevención situacional, parece también sobrestimada. los factores y variables ocasionales (espacio, tiempo, rutina, forma y selección de la víctima); si bien son relevantes en favorecer la comisión de delitos, no crea ni genera criminalidad.  Se observa una amalgama entre causa (prevención primaria) y síntomas o manifestación delictual (situacional), soslayando el análisis etiológico, esencia de la Criminología. Parece proyectar este Modelo de Prevención Situacional, un modelo de prevención cínica, espurio, o más bien efectista, pero a mediano y largo plazo ineficaz. Es saber que todos podemos ser delincuentes, y  a decir de  Emile Durkheim, se debe imponer límites a la incorregible maldad del hombre; y estas es una posición pesimista; si sabemos que somos inteligentes y recipientes de virtudes que deben ser sembradas.
·         El desplazamiento ocurre, esto es, se intenta evitar, prevenir actuando sobre variables determinadas, lo cual obstaculiza, aplaza o desplaza  la comisión de delitos; el criminal buscará otro espacio físico menos protegido, u otro momento, o una víctima más vulnerable; en suma, otra situación menos arriesgada. Ello implica que el delincuente irá a lugares donde las autoridades encargadas de la seguridad pública no desarrollan dichas medidas, donde no se instrumenten las medidas de prevención situacional; y estas son los barrios o áreas de las ciudades de bajos niveles de rentabilidad; condicionando  discriminación social y áreas o poblaciones o grupos sociales de bajos estratos económicos, constituyendo zonas conflictivas de subcultura delincuente.
·         Cuestionamiento ético ideológico de la prevención situacional: Como se ha visto las técnicas y estrategias lucen muy invasivas, se cree pueden afectar a terceros ajenos a  la génesis del delito; invade sus territorios, la privacidad, la fluidez de sus vidas. Por otro lado la adopción de la prevención situacional como estilo de vida, propicia la actitud defensiva, una latente agresividad ante el posible hecho delictual, la solidaridad humana se disipa, parece desaparecer en la ideología de la seguridad personal y grupal; las urbanizaciones, residencias y poblaciones se convierten en fortalezas; cada vecino guarda un muro como un soldado en la guerra; la población vive en un perenne miedo. Se puede pensar que la tecnología resolvería el problema de la inseguridad. Pero también pudiera traer como consecuencia (reacción), aviesas y novedosas maneras de actuar del delincuente, que realiza lo que se ha denominado desplazamiento maligno, es decir comisión de actos más graves o temerarios. En fin a cada nueva crisis en que se fomente el delito, aumenta la inventiva en materia de vigilancia; se conforman sociedades de delación, se vivirá en un mundo vigilado, como en el célebre cuento de George Orwel “La rebelión en la granja” y que algunos ya califican a este sistema de prevención situacional como  cultura orwelliana.


Finalmente debo mencionar el reciente Congreso de las Naciones Unidas sobre “Prevención del Delito y Justicia Penal” celebrado en Salvador (Brasil), en abril de 2010, el tema fue: «Estrategias amplias ante problemas globales: los sistemas de prevención del delito y justicia penal y su desarrollo en un mundo en evolución». El congreso aprobó una declaración política única que contiene recomendaciones basadas en las deliberaciones celebradas en las diferentes sesiones del congreso, en ella expresa en sus artículos 7, 8 y 9, tres estrategias que deben formar parte de de la política criminal en toda nación, expresando que todas presentan ventajas y desventajas, pero que su implementación global pueden traer resultados favorables a corto y largo plazo. Y entre ellas suman a la “prevención situacional”. Cito parcial y textualmente la resolución de éste Congreso Mundial:
o   “La prevención social aumenta el bienestar de las personas y fomenta un comportamiento favorable a la sociedad mediante la aplicación de medidas sociales, económicas, de salud, de empleo y de educación, haciendo particular hincapié en los niños y los jóvenes, y centrando la atención en los factores de riesgo y de protección relacionados con la delincuencia y la victimización”.
o   “La prevención basada en la comunidad procura modificar las condiciones en los barrios en que el riesgo de caer en la delincuencia o de ser víctima de ella es alto, debido a la privación generalizada, por ejemplo; o a la falta de cohesión comunitaria, o a una combinación de otros problemas económicos y sociales”. 
o   “La prevención de situaciones propicias al delito tiene por objeto reducir las oportunidades y los incentivos para delinquir, maximizar el riesgo de ser aprehendido y reducir al mínimo los beneficios del delito, por ejemplo mediante el diseño ambiental de los espacios públicos o las viviendas o el asesoramiento a las víctimas. Estas técnicas están orientadas a formas específicas de delincuencia y se basan en el supuesto de que en cada situación los delincuentes toman decisiones racionales sobre los posibles riesgos y recompensas del hecho de infringir la ley. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios, al desplazar la delincuencia de una localidad a otra, excluir (intencional o no intencionalmente) a los grupos marginados del uso de determinados espacios y violar el derecho de las personas a la privacidad.

Lecturas Consultadas
·       Alfonso Serrano Maíllo. Introducción a la Criminología 5ta Edición Edit Dykinson  Madrid España 2008
  • Antonio García-Pablos de Molina. Tratado de Criminología 3era Edición Edit TiranLoBlanch Valencia España 2003.
  • Garrido V., Stangelan P., y Redondo S. Principios de Criminología 3era Edición Editorial TiranLoBlanc. Valencia España 2006.
  • George Orwell (Eric Blair).La Rebelión en la Granja. Edit. La Montaña Mágica mm, Colombia 2010




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