miércoles, 10 de septiembre de 2014

Perfil del Terrorista una aproximación



Delito Terrorismo: Perfil Psicológico
por  Rubén D. Aguilar Vanegas

1.-Terrorista: Fanático vs Idealista
En Criminología se estudia las causas del delito y es bien sabido lo plurifactorial de la criminogénesis; por ello el fenómeno del terrorismo conlleva a analizar diversidad de elementos o aspectos como las influencias familiares, escolares, grupo de amigos, creencias religiosas, ideología políticas, decir la influencia que los grupos primarios y secundarios de la sociedad ejercen sobre sus miembros. Obviamente que juega un rol importante las variables de la personalidad.
Castillo del Pino (citado por Echeburúa y del Corral 2004) sugiere que lo que regula realmente el comportamiento humano e impide la transgresión de las normas válidas de convivencia es la conciencia moral. Igual forma de pensar sostenía  Durkheim (En “El suicidio” 1897): “.. Ni en la constitución orgánica, ni en la psicológica del ser humano, se encuentran límites a sus pasiones. Sólo un poder  moral regulador y externo al individuo es capaz de limitar las necesidades de éste, de moderarlas poniéndolas en armonía con los medios y haciendo factible la satisfacción de las mismas”.
Si el proceso de internalizar o solidificar una conciencia mora se ve alterado, ese individuo tendría un razonamiento imperfecto y “carga su verdad de pasión” con ideas supra valoradas sobre el patriotismo, la religión, la ideología política, etc., pierde la sensibilidad sobre el sufrimiento ajeno (sin empatía) y se inserta en micro grupos con afinidad y con los cuales comparte sus ideas y se refuerza con el reconocimiento.
Ese individuo al no aceptar otras tendencias del pensamiento, se adhiere a sus creencias de manera acrítica, obcecadamente se convierte en fanático; se hace prisionero de sus ideas impermeabilizándose a cualquier razonamiento lógico, como idea delirante de la persona disociada.
No se trata de un idealista, puesto que éste es un pensador que vive apasionado en sus ideales los cuales es capaz de confrontar intelectualmente, argumentarlas y no pierde los sentimientos altruistas de la sociedad, es decir no se desensibiliza ante el sufrimiento de los demás.

2.- Terrorista: Agresividad Vs. Violencia  
La agresividad es una respuesta adaptativa, atávico impulso que nos ayuda en la sobrevivencia ante riesgos o peligros circunstanciales en nuestro entorno. La violencia por el contrario es una acción destructiva, ajena a la respuesta adaptativa de sobrevivencia, implica intencionalidad de causar daño, lesión destrucción, aun cuando no se está en peligro; se actúa deliberada y destructivamente contra personas o cosas de manera gratuita. Esas son dos relevantes características de la violencia.
El terrorista en consecuencia es un fanático, irracional que actúa con violencia y además intenta justificarla, a pesar de la magnitud del daño gratuito, en víctimas inocentes indiscriminadas, que no tienen nada que ver con sus pretendidos ideales. Por ello esta violencia destructiva resulta cruel e inmoral.
Sanmartin (2000) lo resume con precisión: “el ser humano es agresivo por naturaleza, pero se vuelve violento o pacífico por efecto de la cultura; el agresivo nace pero el violento se hace, por lo que la agresividad es evitable, la violencia no. La violencia no es un destino inexorable que cumplir, sino algo que se puede canalizar de una forma socialmente aceptable”.

Factores de riesgo de la violencia fanática
Los aspectos psicológicos preponderantes del terrorista son la inmadurez y la dependencia emocional, la impulsividad y la búsqueda de emociones fuertes. Muchos adolescentes son fácilmente manipulables, atraídos por un ideal patriótico o religioso. La baja autoestima, fundamentada en fracasos escolares, laborales afectivos por las cuales responsabilizan a otros, sumado a carencia de valores y principios morales componen la mezcla ideal para formar un fanático terrorista, que es “reconocido” en su micro grupo como importante personaje de una causa auténtica por la cual se merece morir.
También un factor importante de génesis de estas conductas es la personalidad paranoica: desconfianza patológica, orgullo exagerado, limitación intelectual, pobreza afectiva, deformación de la realidad y una buena dosis de agresividad mal manejada.
Obviamente la familia es un factor crucial, ya que en su seno se informa o deforma la realidad, se construyen o soslayan valores, se corrige o promueve los comportamientos violentos, en la resolución de conflictos cotidianos. Se fundamenta la confianza y autoestima o se fomenta la inseguridad en sí mismo, con sobreprotección o consuetudinarias comparaciones descalificadoras.
El aspirante a terrorista ve que a través del miedo obtiene más (que con el respeto), la subordinación con la violencia es la lógica sobre la cual construye su vida, y ve el poder así obtenido el medio de obtener reconocimiento. Se deshumaniza y por ello desestima el sufrimiento humano, se desensibiliza ante sentimientos altruistas de la sociedad, y por ello sus víctimas son indiscriminadas, no le importa si son niños, ancianos, civiles o militares. El fanatismo se amalgama con el odio, la venganza, resentimiento y se forma una mezcla explosiva destructiva. Se consideran héroes, escogidos y se inmolan por “sus causas”. El terrorista refuerza con símbolos, banderas, himnos que proclaman su causa tal vez en el fondo con contenido ideológico, pero con notable e irracional expresión de violencia que descalifica esos contenidos.
         El terrorista fanático religioso se inmola, se suicida haciendo de su acto terrorista un sacrificio personal por una idea superior y una gratificación divina, la vida eterna en el paraíso. Él se considera un elegido, mártir por lo cual será recibido en el cielo, motivo por el cual sus parientes deben regocijarse y festejarlo y no llorarlo.
         Por otra parte es de hacer notar que dentro de los grupos terroristas también los hay psicópatas y enfermos mentales, pero estos no constituyen el patrón referente; así como también están los profesionales del terrorismo, reclutadores y organizadores de los grupos, mejor instruidos, pero con una causa que quieren imponer con la violencia.
A quienes reclutar a las filas terroristas: ex militares, paramilitares, ex miembros de servicios de seguridad e inteligencia. Personas jóvenes descontentos con el estatus-quo. Creyentes religiosos fanáticos, o racistas; y/o personas persuadidos por un animus patriótico, quienes equivocadamente no consideran otra forma de lucha.
        
Pudiéramos resumir el perfil del sujeto terrorista de la siguiente manera:
·         Se trata de un ser humano como cualquier otro, con principios y moral religiosa. El Psiquiatra Eyad Sarra en estudios sobre grupos terroristas islámicos expone que los terroristas islámicos son personas tímidas, introvertidas no violentas en una forma general.
·         Otro estudio del Dr. Jarrold Post del Waschinton University, exjefe del Centro de análisis de la Personalidad de la C.I.A, dice que la principal razón es de “naturaleza social”; puesto que el sujeto al encontrar un lugar o grupo humano que le apruebe , él toma un objetivo nuevo y valioso en su vida siguiendo los dictámenes de su nuevo grupo social, encuentran un sentido renovado para sus vidas, se sienten importantes y comprometidos, consideran que se convierten en héroes y que sus padre se enorgullecerán por su coraje y por morir por una causa. Internalizan que serán recompensados con la gloria y ascenso al paraíso como mártir ungido por Dios.
·         Otros estudios realizados en la Universidad de Tel-Aviv, encontraron una anormalidad común en los terroristas suicidas: falta de miedo a la hora del ataque.
·         El Departamento de Estado de los EEUU, en sus investigaciones psicológicas sobre terroristas, reporta que estos exhiben baja autoestima como elemento común antes de unirse a los grupos u organizaciones terroristas; y que son atraídos por personas carismáticas y dominantes. Se observó que  esos sujetos gustan del riesgo, y la creencia de que lo que harán es lo correcto. De tal manera que expone una psiquis dualista “nosotros contra ellos”; para ellos su grupo pertenece al lado bueno y el resto del mundo es malvado. Consideran enemigo a un gobierno una nación, un grupo étnico o un sistema entero de ideas, tal como “la civilización occidental” para el mundo musulmán o visceversa.
·         El terrorista ideológico o religioso habiendo asimilado dichas ideas internamente desafia dos poderosos instintos: el de sobrevivencia y el de autopreservación, en nombre de creencias, o ideas políticas.

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